voyo

Cada vez son más las marcas de automoción que están integrando sistemas de comunicación entre vehículo y smartphone. Algunos ofrecen funcionalidades excepcionales, mientras que otros son más limitados pero, aún así, el futuro. ¿Y si queremos transformar nuestro vehículo ‘analógico’ para que se comunique con un smartphone?

La tecnología existe y está pendiente de llegar al mercado. Hablamos de VOYO, un accesorio para conectar el motor del coche al smartphone que actualmente se encuentra en Kickstarter, recibiendo fondos que pronto completará. En los momentos de editar este artículo sobrepasa los 37.000 dólares de un total de 50.000 requeridos, con lo que durante las próximas horas conseguirá su meta.

¿Cómo funciona VOYO? Para el usuario será tan sencillo como conectar el pequeño accesorio a un puerto específico y estándar, instalado en los vehículos fabricados en Estados Unidos desde 1996 en adelante, y que sirve para recoger la información que un vehículo genera. Sus creadores aseguran que este puerto, llamado OBD-II, es el utilizado por fabricantes y servicios técnicos para monitorizar diversos aspectos del vehículo, pero por su rareza no era utilizado entre el público masivo.

Una vez instalado el accesorio, un proceso que aseguran no lleva más de dos minutos y no necesita herramientas específicas, podremos conectarnos a él desde el smartphone y empezar a visualizar bytes y bytes de datos.

A través de esta app – aún no lanzada a las diferentes tiendas de aplicaciones – prometen visualizar diferentes categorías de datos, desde los recorridos realizados, consumos, contaminación producida, hasta diagnósticos sencillos, alertas de velocidad u otro tipo de alertas, todo de forma trivial y muy intuitiva y con opciones de gamificación y redes sociales. A mayores, la gente de VOYO ha ideado una opción premium con aún más opciones, como sistemas sobre todo relacionados con la seguridad (inmovilizadores, sistemas de parada automática, apertura a distancia) u otros diagnósticos. Eso sí, cada una de estas características y posibilidades dependerán del vehículo y modelo.

Un paso adelante para llegar a los vehículos conectados, que no necesariamente tienen por qué ser modernos y caros. Hay algunos puntos débiles (OBD-II sólo es un requisito para vehículos fabricados y vendidos en Estados Unidos, y muchos de los modelos europeos no lo incluirán; aunque prometen una gran privacidad, sería interesante comprobar que todo funciona como es debido) pero desde luego supone una interesante opción para los que quieran tener información muy detallada sobre su vehículo.

Fuente: Xataka

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