El año pasado Samsung decidió cambiar muchas cosas en su catálogo de productos móviles, en primer lugar se dispuso a utilizar más hardware propio a lo largo de toda la gama, pero también a darle un aspecto novedoso y “Premium” a su buque insignia. Otros movimientos tenían que ver con crear nuevas familias de teléfonos, como los Galaxy A o los más recientes Galaxy J.
Las familias de teléfonos Samsung siguen renovándose, y hoy tenemos la prueba con los Samsung Galaxy J5 y J7, dos teléfonos que esperábamos, y van a situarse en las gamas intermedias de la compañía coreana.
Los teléfonos ven la luz inicialmente en China, donde están enfocados hacia el público más joven, que valora contar con buenas cámaras o tecnologías que le permitan sacar partido de ellas.
Como novedad más llamativa tenemos la presencia deun flash LED en la cámara frontal, algo que es la primera vez que nos encontramos en Samsung, pero que ya habíamos visto en otras firmas.
Las cámaras son las mismas en los dos Galaxy, de 13 y 5 megapíxeles, con una lente más gran angular de la cuenta en el caso de la unidad frontal. En el caso de la cámara principal, destaca por el uso de una lente con apertura máxima f/1,9. No es que sea un valor que deba volvernos locos, pero no es habitual un valor máximo tan grande en terminales que no son de gama alta.
Lo que los hace diferentes es que el J7 es un teléfono más grande, con pantalla de 5,5 pulgadas y resolución 720p, que va bien acompañado por un chipset Qualcomm Snapdragon 615. El J5 se contenta con un Snapdragon 410 y pantalla de 5 pulgadas, con la misma resolución que se hermano de presentación.
Repasando especificaciones comunes, nos encontramos con conectividad LTE, soporte Dual SIM, Android en su versión Lollipop, 16GB de memoria interna – se puede expandir con tarjetas microSD -, y 1,5GB de RAM.
Fuente: Xataka Móvil